Este diseño lo realicé como un ejercicio personal cuando en 2018 empecé a practicar yoga. Buscaba crear un logotipo que expresara la experiencia de esta disciplina física, sin hacer uso de las ilustraciones clichés como siluetas, mandalas o la flor de loto.
Al mismo tiempo, restringiendo la flexibilidad de la tipografía en parte por las propias restricciones del cuerpo humano pero también en interés de crear una imágen debidamente proporcionada y geometrizada.
Pese a que a primera vista pudiera leerse “noga” la diagonal que forma la Y en la parte inferior izquierda de la palabra rompe con esta lectura invitando al usuario a volver a leer. Para determinar este comportamiento de la legibilidad realicé encuestas a +100 personas, tanto conocidos como desconocidos.
La selección de color, aunque en general prefiero evitar degradados en logotipos, se hace en representación a los colores vinculados con los chakras más cercanos al llamado plexo solar; aquellos que están en el centro de todo. Sin embargo, el espacio negativo es el suficiente para también funcionar a una tinta y en tamaños reducidos, por lo cual me permití el uso del degradado más como un tratamiento gráfico pseudo-permanente que como una versión absoluta.